Un sitio web, para desarrollarse y ganar tráfico, necesita generar contenido de calidad con regularidad. Esta observación concierne a todo tipo de sitios web, empezando —obviamente— por los blogs, pero también páginas web sencillas de presentación de un negocio e incluso tiendas online. Al escribir para la web, lo mejor es preparar artículos extensos. Un artículo largo, de unas 2000 palabras, es lo óptimo para el posicionamiento SEO. Además, te permite profundizar en los temas que tratar, generar mayor valor añadido y ganar reputación sobre el tema.
Los artículos de una cierta extensión son los que más aportan a los lectores y se comparten mucho en las redes sociales. Todos los expertos en marketing de contenidos estarán de acuerdo: es mejor escribir un artículo largo que dos artículos cortos. La longitud ideal para un artículo largo es de unas 2000 palabras. No se recomienda superar las 2500 – 3000 palabras… El formato de 2000 palabras permite entrar en detalles sin que el artículo adquiera dimensiones excesivas ni resulte indigesto para el lector.
¿No sabes por dónde empezar? Si tienes el síndrome de la hoja en blanco, vamos a ayudarte con una metodología sencilla que te permite crear artículos largos sobre cualquier tema. ¡Vamos allá!
Escribir para la web sobre lo que sabes
A veces (¿a menudo?) leemos en Internet artículos muy bien diseñados, con un diseño profesional, una estructura coherente, pero cuyo contenido deja (mucho) que desear. Cuando leemos estos artículos, no tardamos en darnos cuenta de que el autor no conoce muy bien el tema, si es que sabe algo de él. Si un artículo se basa principalmente en citas o frases genéricas, puede apostar con seguridad a que el autor no sabe de qué está hablando. Por ejemplo, en la siguiente captura de pantalla (cuya fuente no vamos a citar), el contenido es mejorable. El artículo tiene un título que anuncia que va a hablar de tradiciones del mundo, pero el contenido aporta una información bastante superficial sobre ellas.
Para evitar caer en esto, la primera regla general para escribir buenos artículos de 2000 palabras es la siguiente: escribe sobre temas que ya conoces, en los que tienes experiencia. Cuando escribes artículos cortos (de unas 300 palabras), no es muy difícil fingir que conoces el tema. En cambio, resulta prácticamente imposible escribir un artículo de 2000 palabras o más sobre un tema que no dominas sin que se note la falta de conocimientos. Si no sabes de qué estás hablando, necesitarás contenido «de relleno» y producirás artículos aburridos. Un artículo largo debe ser informativo y profundizar en el tema. De lo contrario, no tiene ningún interés.
En Webolto, todos nuestros artículos son largos, para profundizar en los temas que tratamos tratados (¡momento de autopromoción!):
La construcción del esquema del artículo
Al escribir para la web, el «esquema» de un artículo tiene un título (h1) y después sigue una estructura de epígrafes y subepígrafes (h2, h3…) que debe ser clara, pero sin pasarse de complejidad. También es importante que estos epígrafes incluyan las palabras clave con las que quieres posicionar el artículo. Trata de identificar las secciones más importantes y no dudes en utilizar listas con viñetas cuando sea pertinente.
No hay reglas generales para el plan de un artículo. Bueno, en realidad solo usa: debe ser simple. No pierdas demasiado tiempo en la construcción del esquema del artículo. Céntrate en los verdaderamente importante: la fase de redacción.
Escribir para la web con fuentes que aporten credibilidad
Disponer de fuentes es esencial para escribir artículos web, especialmente para artículos largos. La cantidad y sobre todo la calidad de las fuentes determina en gran medida la calidad final del artículo. Las fuentes aportan credibilidad al contenido, convencen a tus lectores con más facilidad y dan fuerza a tus argumentos. Para lograr esto, debes seleccionar fuentes de calidad, respetando dos criterios: relevancia y fiabilidad. Céntrate en los sitios web que tengan cierta autoridad y ofrezcan contenidos con valor añadido. Por ejemplo, los estudios de caso suelen ser muy buenas fuentes.
Para tu búsqueda de fuentes, te recomendamos fijarte en los blogs de personas influyentes que hablan sobre el tema y en sitios web con reconocimiento en el sector. Si es posible, siempre será mejor disponer de fuentes primarias y no solo secundarias. Las fuentes secundarias son los contenidos que ya están publicados en otros lugares. Por ejemplo, si deseas hablar sobre el informe «State of Social Media 2016» de Buffer, deberás visitar la página de Buffer Social que presenta el estudio:
Sin duda, te recomendamos encarecidamente comenzar a consultar las fuentes antes de empezar a escribir el artículo. Si buscas tus fuentes durante el proceso de escribir para la web, será más difícil integrarlas de forma natural en el cuerpo de tu artículo. Podría obligarte a reorganizar el esquema de tu artículo web o incluso cambiar el enfoque principal. Por tanto, debes buscar tus fuentes desde el momento de planificación del artículo. Las propias fuentes te ayudarán a dar forma al esquema del artículo.
Escribir para la web con un borrador detallado
Una vez que hayas recopilado tus fuentes y definido el esquema central de tu artículo web, debe ponerte manos a la obra y redactar un primer borrador del artículo en detalle. Tu borrador debe ser detallado, de lo contrario no tendrá interés. Su redacción debe permitirte dar profundidad a su artículo.
Cuando escribes un artículo breve, no necesitas un borrador porque no tienes que entrar en detalles. Si embargo, es complicado escribir para la web un artículo largo sin un borrador es complicado, porque corres el riesgo de omitir detalles importantes y reducir el interés de tu texto. En esta etapa, debes ponerte en la piel de tus lectores y pensar en todos los datos que puedan interesarles, especialmente los detalles que son necesarios para que todo el mundo comprenda tu artículo. En caso de dudas, trata de no dar nada por sobreentendido. Piensa que siempre será mejor ofrecer demasiados detalles que no ofrecer los suficientes y que los lectores se queden con dudas.
Con una buena estructuración, el lector siempre podrá pasar rápidamente por alguna sección si no quiere centrarse en ella. Al preparar el borrador de tu artículo, anota todas las ideas que te vengan a la mente, aunque pienses que son malas ideas. Esto te permitirá no olvidar nada cuando des forma al artículo.
Dividir tu artículo en partes
Como indicamos más arriba, al escribir para la web, es necesario dividir el tema en partes bien diferenciadas. Esto permite que el artículo sea más digerible y más claro. Cada epígrafe debe centrarse en un aspecto del tema que estás tratando y tener una cierta autonomía por sí mismo. Las diferentes partes de tu artículo deben sucederse de una manera más o menos lógica. Cuando trabajes en tu borrador, plantéate estas preguntas:
- Si yo fuera totalmente novato/a en el tema, ¿cuáles son las primeras preguntas que me vendrían a la cabeza?
- ¿Cada parte del artículo, si la tomamos individualmente, es digerible y coherente por sí sola?
- ¿Todos los términos técnicos están bien definidos?
Si estás escribiendo un artículo sobre un aspecto avanzado de un tema, el artículo debe comenzar con una sección del tipo «Guía para principiantes» que proporcione antecedentes y conceptos básicos y ayude a situarse a todos los lectores. También te recomendamos que incluir al comienzo del artículo (debajo de la introducción) un índice que permitirá a tus lectores comprender el contenido y la estructura del artículo de un solo vistazo. En este mismo artículo hay un ejemplo y aquí otro (guía de email marketing de GetVero):
Definir los aspectos clave del tema
Revisa tu plan e identifica los aspectos principales del tema que vas a abordar. Normalmente, debes tratar unos 5-7 aspectos importantes. Estos diferentes puntos constituyen los pilares sobre los que se asienta el contenido de tu artículo. Como ejemplo, vamos a fijarnos en la introducción de un artículo publicado en Kissmetrics:
El tema del artículo queda claro en el título: mejorar la tasa de conversión de comercio electrónico optimizando la información proporcionada sobre los productos. La introducción breve presenta en unas pocas frases los demás pilares del artículo, los aspectos que se abordarán. Este es el formato más eficaz. A continuación, debes dedicar una sección (un H2) a cada uno de los aspectos principales de tu plan.
Una apunte final para preparar el borrador inicial: trata de que esta primera versión sea un poco más larga que el artículo final. Durante la fase de redacción del artículo final, probablemente eliminarás algún elemento del borrador inicial.
Redactar el artículo y dejar tiempo para revisarlo
La fase final consiste en escribir el artículo. Muchos redactores, que conocen muy bien su tema, adquieren el vicio de escribir a ciegas y no revisar sus errores. Si quieres un artículo largo y consistente, tienes que ser honesto/a contigo mismo/a e identificar los defectos o las partes mejorables de tu artículo, para corregirlos y optimizar la calidad del texto.
Una vez redactado el artículo, si es posible, deja pasar uno o dos días y vuelve a leerlo con la cabeza despejada. Tendrás una visión más distante de tu producción, lo que te permitirá identificar con más rapidez las imperfecciones. No dudes en releer tu artículo en voz alta para identificar mejor cualquier error de fondo o de redacción. Leer en voz alta suele ser muy efectivo, aunque lleva tiempo. Siempre se tarda más en leer un texto en voz alta que en silencio.
Pregúntate: ¿tienen sentido las oraciones que escribí?, ¿están bien redactadas y son claras? También puedes usar herramientas de corrección ortográfica y gramatical para revisar tu artículo, pero que esto no te haga bajar la guardia. ¡Algunos errores solo los puede detectar el ojo humano! No puedes prescindir de una revisión personal adecuada (propia y/o ajena).
También puedes dar a leer el texto a otra persona, que tendrá una visión aún más distante para identificar errores e imperfecciones. Si lo puedes asumir, no dudes en buscar profesionales en una plataforma freelance que se dedican a la edición de textos para ayudarte.
Conclusión: escribir para la web no es tan complicado
Escribir un artículo largo y de calidad no es tan difícil… siempre que conozcas el tema y sepas redactar. No es necesario que seas un gran escritor, simplemente un dominio mínimo de las técnicas de redacción. La mejor forma de adquirir esta competencia es ser metódico/a y aplicar buenas prácticas. Sin estos elementos, corres el riesgo de perder mucho tiempo y aun así producir un resultado insuficiente.
El secreto está en la práctica. Cuantos más artículos largos escribas, mejor dominarás la técnica de escribir para la web. No te desanimes y recuerda que la creación de contenido web es una carrera de fondo cuyos resultados se aprecian a largo plazo. Los artículos buenos obtienen atraen más interacciones y enlaces entrantes. Así irás construyendo tu reputación en tu sector.
Como hemos visto, casi todo se basa en ser metódico/a. Busca un tema, encuentra tus fuentes, diseña el plan, prepara un borrador y escribe un artículo que interese a tu audiencia. No hay muchos trucos ni atajos para escribir para la web, ¡pero el esfuerzo tiene su recompensa!
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